El dinero es el acuerdo más grande que ha hecho la humanidad jamás. Piénsalo. Para que el dinero valga todos tenemos que estar de acuerdo en que el dinero vale. Tú no aceptarías dinero en tu empleo o de algún cliente, si no supieras que será aceptado a su vez en el supermercado, o por la señora que te renta tu casa u oficina. A su vez, ninguno de ellos lo aceptaría si no supieran con certeza que sus proveedores lo recibirán. Todos tenemos que estar de acuerdo.
Lo que sostiene el valor del dinero es el acuerdo, así que no debes preocuparte por él. En lo único que debes enfocarte es en GENERAR VALOR para alguien más. El dinero es la representación del valor. Si fabrico un mueble de madera, lo puedo vender tan caro o tan barato como el cliente defina que el producto es valioso para él. Si me dedico a brindar un servicio, podré cobrar por él en función de qué tan valioso sea para la otra persona mis acciones.
Por supuesto que muchas veces la percepción de valor va más allá de los aspectos racionales, entrando en juego la emoción. En los últimos años la economía se ha ido moviendo mucho más en ese sentido. Cada vez más frecuentemente las personas valoramos más los aspectos intangibles de un producto o servicio, dándole atributos a una marca más allá de lo que se percibe físicamente, lo que se traduce en precios más altos que los clientes llegan a estar dispuestos a pagar, simplemente porque en su mente el producto o servicio lo vale.
Ya sea que seas un empleado o empleada, un profesionista independiente, el director o directora de una organización pequeña, mediana o grande, si necesitas generar más dinero, la única forma de hacerlo es generando más valor para tus interesados y lograr que sea percibido por ellas. El acuerdo en el cual se fundamenta el concepto de dinero es muy claro.
Es un intercambio equivalente, no olvidemos que el dinero vino a reemplazar al trueque para facilitar las cosas. Así que bajo esa premisa, tú recibirás dinero a cambio de la misma cantidad de valor percibido por la otra persona. Si consideras que el dinero que hoy percibes es insuficiente, te invito a que revises tu propuesta de valor. Si no gano lo que creo que debería ganar, solo hay dos opciones, o no estoy generando suficiente valor o no estoy comunicando correctamente el valor que genero. Ganar dinero no es un derecho, como algunos lo creen. Es siempre producto de una transacción.
¿Qué tanto valor estoy generando a mis clientes o interesados (por ejemplo un patrón) y que tan exitoso o exitosa soy en hacer que perciban con claridad el valor que les genero? Respóndete sinceramente. Y si no tienes clara la respuesta, no temas preguntar. Toma control de tu vida financiera. Vuélvete más valioso.
Éxito
“Cómo ser más valioso para las empresas y tus clientes”
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